El Colegio Oficial de Graduados, Ingenieros Técnicos Industriales y Peritos Industriales de Madrid (COGITIM) celebró el pasado 9 de abril un emotivo acto de homenaje a 48 colegiados que se incorporaron a la institución en los años 1975 y 1980 y que han cumplido más de 25 años de colegiación ininterrumpida. Durante la ceremonia, los homenajeados recibieron la insignia de plata y un diploma conmemorativo como reconocimiento a su trayectoria profesional, su compromiso con la ingeniería técnica industrial y su fidelidad al Colegio.
La jornada se abrió con un discurso de bienvenida en el que se puso en valor el papel esencial de estos profesionales como referentes del sector. Se destacó su ética intachable, vocación de servicio y capacidad de adaptación ante los numerosos cambios que ha experimentado la profesión. “Habéis sido testigos y protagonistas de innumerables desafíos y logros”, se afirmó durante la intervención.
Tras la entrega de las insignias y los diplomas, uno de los homenajeados, Carlos Humanes, tomó la palabra en representación de sus compañeros, agradeciendo al Colegio “por ser punto de encuentro y apoyo profesional” a lo largo de sus trayectorias.
En la clausura del acto, José Antonio Galdón Ruiz, decano del COGITIM, resaltó la huella profunda que estos profesionales han dejado tanto en la sociedad como en la profesión: “Es muchísimo lo que habéis dejado. Hoy tenemos un mundo mejor que el de 1975, y vosotros sois responsables de que tengamos una sociedad mejor gracias a vuestro trabajo y compromiso”, expresó, subrayando también el sacrificio personal que ha implicado su dedicación.
Galdón Ruiz también quiso poner en valor la resiliencia y la capacidad de superación de los homenajeados, quienes desarrollaron su carrera profesional con menos recursos que las generaciones actuales. “Habéis cambiado cosas, habéis aportado y habéis mejorado vuestro entorno. Sois un ejemplo para las nuevas generaciones”, afirmó, reconociendo además la fidelidad mostrada al Colegio durante décadas: “Me considero un rico heredero en valores, en conocimiento y en principios. Lo mínimo que podemos hacer es un homenaje por vuestro trabajo”. El decano concluyó su intervención con un emotivo recuerdo a los colegiados que ya no están: “Muchas gracias de corazón por todo lo que nos habéis dado”.
El acto fue también una ocasión para el reencuentro, la celebración y el intercambio de vivencias entre generaciones, renovando el compromiso compartido con el presente y el futuro de la profesión.